Para un fabricante de automóviles con éxito, la venta de coches nuevos ha dejado de ser lo único importante. El negocio de las piezas de repuesto y el servicio de posventa son cada vez más relevantes. Después de todo, un alto nivel de profesionalidad en términos de atención al cliente, calidad, reparaciones o servicio no sólo garantizan la fidelidad de los clientes en un momento en que la competencia es cada vez más feroz. Los ingresos obtenidos no han dejado de aumentar en los últimos años. En la actualidad, ŠKODA factura más de 600 millones de euros al año con la venta de piezas y equipos originales (OP/OE).